miércoles, 7 de marzo de 2012

Innovación en logística de distribución



La globalización de los mercados y la disponibilidad de nuevas tecnologías impulsaron en estos últimos años el estudio y análisis de la logistica y los transportes en todo el mundo.
Los clásicos problemas de transporte, ruteo e inventario comienzan a ser estudiados dentro de la cadena de supply chain management y debido a la información on-line resulta más simple analizar un problema como así también llevar a cabo el proceso  de toma de decisiones.
Tanto la logistica como las funciones de distribución son parte de una corriente de procesos que atraviesan muchas unidades de negocios dentro de una misma organización. En este caso el énfasis debe estar puesto en lograr que la estructura de trabajo permita a todo el sistema desarrollarse en sus niveles óptimos.  En línea con este apartado aparece la técnica del 6 sigma como una herramienta para eliminar las actividades que no agregan valor. Es importante tener en cuenta que si bien no existe un método único para resolver un problema y conseguir altos niveles de desempeño en los procesos,  contamos con una metodología que no solo puede colaborar con este fin si no que también nos ofrece un proceso estructurado y enfocado paso a paso en la construcción de programas de mejora y creación de valor.
Este proceso estructurado del que hablamos consta de 5 pasos
Definir: Implica identificar problema, definir los requerimientos del cliente y establecer objetivos.
Medir: En esta fase se Validara el problema, se medirán las entradas claves para el proceso y se establecerán posibles causas del problema.
Analizar: Continuando con el análisis en la etapa de “analizar” se deben probar las causas del problema en cuestión, identificar las causas raíces, y se comienzan a esbozar las acciones correctivas iniciales.
Incrementar: Se estandariza la solución, controlando las causas raíces, y a su vez se comienza con la medición de resultados.
Controlar: Dentro de la última fase de esta metodología Establecer controles que garanticen el sostenimiento de la solución en el tiempo y para esto se establecerán las mediciones necesarias para el caso.
Queda planteado el interrogante, en qué problema es necesario centrarse y cómo garantizar que estamos realmente enfocados al cliente.
En todo caso debemos orientar las acciones en función de la estrategia del negocio, alinearlo al Balanced Scorecard  (Cuadro de Mando Integral - CMI) priorizando las actuaciones sobre aquellos procesos clave que aporten valor añadido al cliente.

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